
Mucho se dice acerca de este tema hoy día, parece ser que en la actualidad el relativismo social y cultural, usurpa el orden preestablecido en la Escritura, de tal forma que trasgrede los principios más elementales que el Señor ha dispuesto para el gobierno de la iglesia. Cuando abordamos la naturaleza del pastorado femenino, definitivamente hallamos una predominante incompatibilidad, en referencia al rol de la mujer y su llamado como parte de un cuerpo congregacional.
1 Timoteo 2:11-15 nos muestra un esquema de autoridad, cuyo fundamento esta basado en el orden creacional. El argumento sobre si una mujer puede ser pastora o no, lo encontramos en el libro de Génesis antes de la caída de la humanidad, no obstante; creo que es pertinente indicar las condiciones que demarcaban la vida de nuestros primeros padres, para poder brindar más claridad sobre el asunto; ¿porque creó Dios un hombre y una mujer? ¿Que representa Eva realmente? ¿Porque fue sacada de su costado?
La economía divina nos muestra que todo en la creación tiene una razón de ser, Dios no despliega el mas mínimo de su poder sin un propósito, en tal sentido; analizar el significado tipológico de Eva, nos puede dar luz sobre el papel de la mujer en el plan de redención, y lo que realmente ha determinado Dios para ella.
El primer Adán y su esposa la iglesia tipológica.
Desde la eternidad pasada Dios siempre tuvo en mente a su hijo (1 Pedro 1:19-20) y a una iglesia que le glorificara (Efesios 1:3-4), la historia de Adán y Eva no es más que los primeros pincelazos del retrato de Cristo con su iglesia, todos los oficios de Cristo como rey, sacerdote y profeta, fueron ejercidos por Adán en el jardín donde Dios, manifestaba su presencia especial (Génesis 2:8).
El reinado de Adán consistía en señorear sobre la creación dada por Dios (Génesis 1:28), pese a ser creado primero, como profeta debía transmitir la palabra de Dios y discipular a Eva (Génesis 2:22-23), su oficio como sacerdote en el jardín templo, se puede ver claramente al observar el mandato dado en el Edén (Génesis 2:15), y el mandato dado a los sacerdotes levitas para ministrar en el templo (Números 3:8). Hasta este momento de la historia es posible ver claramente, que el rol de Eva está sujeto a la dirección de los oficios de Adán como cabeza en el santo monte de Dios ( Génesis 2:18 ), la razón es clara; la iglesia ha de sujetarse a Cristo y no viceversa, cuando Dios creó a la mujer pensaba en la iglesia que glorificaría a su hijo ( Efesios 5:24-27), es la posición de la iglesia en referencia al Mesías, lo que debe crear convicciones sobre el papel de la mujer en la congregación de los Santos ( Efesios 1:22).
Adán y Eva iguales en dignidad diferentes en diseño.
Cuando la biblia en 1 Timoteo 2:11-15 nos habla del orden como argumento para denotar que la mujer no debe ejercer autoridad sobre el hombre, lo que nos esta diciendo es que Dios puso un orden preestablecido, para que sus imágenes le rindieran culto desde antes de la caída; sin embargo, ese orden implicaba el conjunto de cualidades y virtudes, que habrían de caracterizar al hombre y a la mujer en su diseño particular, Eva estaría dotada de los dones y las aptitudes necesarias para desarrollar la labor encomendada por el Creador. No obstante, cuando se halló de cara a la estrategia de Satanás para tomar el dominio de la tierra, fue engañada (1Timoteo 2:14); es decir, ni aun Eva en su estado de gloria estaba en capacidad de usurpar los oficios que Dios había delegado en el varón (1 Timoteo 2:13-14), el asunto que debía resolverse en manos del hombre como gobernador, Satanás astutamente lo puso inicialmente en manos de Eva (Génesis 3:1).
Es muy común decir que mujeres y hombres tenemos las mismas capacidades cuando se toca un tema como el pastorado femenino, pero es claro que la Biblia dice todo lo contrario. En otras palabras la Escritura expone que no permite a la mujer ejercer autoridad sobre el hombre, porque es el hombre quien desde el inicio estuvo dotado con las facultades practicas para ministrar en el jardín de Dios como cabeza, lo fue en aquel entonces y lo sigue siendo bajo el nuevo pacto (1 Timoteo 3:2-5); en contraste, la mujer cuando asumió deberes ajenos a su rol, fue presa en las redes del engañó del maligno. La prohibición bíblica, tiene un fundamento preventivo que busca el bien de la iglesia.
Cristo el postrer Adán, y la esposa que toma vida de su costado.
Un nuevo encuentro se presento años más tarde por la redención de lo que se perdió en el Edén; esta vez el segundo Adán (1 Corintios 15:45), venció a Satanás en la cruz (Colosenses 2:13-15), su iglesia tomo vida de la sangre del pacto y el agua del bautismo que salió de su costado (Juan 19:34); su esposa, la iglesia en cumplimiento a la gran comisión pariría cada uno de los santos (Mateo 28:19-20). Como una mujer que guarda su hogar, los cuidaría mientras son formados a la imagen de Dios en santificación (Hechos 2:41-42); la esposa de Cristo se salvaría, al tiempo que engendra las imágenes que propician la expansión del reino de los cielos. En este sentido nos es posible observar; toda la gloria que hay en 1 Timoteo 2:15, cuando dice que la mujer ser salvara engendrando hijos.
La mujer y la expansión del Reino.
Cuando Dios trajo a Eva para Adán, su propósito principal era la expansión del reino de los cielos sobre la tierra (Génesis 1:28), el mandato inmediato posterior a la bendición matrimonial, “fructificaos y multiplicaos” era una tarea que Adán jamás podría cumplir sin su mujer, la ayuda idónea era necesaria para procrear las imágenes de Dios; en tal asunto, los deleites propios de la unión matrimonial, deben apuntar siempre y en todo sentido al crecimiento del reino; para el caso particular de las mujeres, Tito 2 nos enseña cómo ha de ser su vida practica dentro y fuera de la iglesia:
“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.” Tito 2:3-5
Proverbios 31:10-31 nos ofrece una perspectiva complementaria a la cita anterior, el cantico de la mujer virtuosa es una expresión de las bondades y los dones que Dios despliega a través de la mujer. Es de notar, que la operación de dichos dones se presentada en favor de los miembros de su casa. De esta forma sus obras transcienden en la expansión de Reino (1 Timoteo 2:9-10). En tal sentido, dado a que es el hombre la cabeza del hogar; podemos observar una unidad coherente con el propósito inicial de Dios, cuando le presento la mujer al hombre (Génesis 2:18), para ser mas claro; proverbios 31 esta describiendo de una manera especifica el rol de la mujer en la esfera del hogar, nuevamente en sujeción a los oficios del varón como fue establecido en el Edén (Proverbios 31:11).
Conclusión.
Habiendo abordado la posición de la mujer de cara al orden de Dios, considerando su aspecto tipológico en relación a la iglesia, el papel de Eva como esposa de Adán, y los aspectos fundamentales de su vida practica en la congregación y el hogar; podemos inferir que, su llamado no posee concordancia alguna, con el ejercicio de la autoridad pastoral que Dios a dispuesto para la iglesia local. Por lo tanto es natural, que la Escritura confirme de manera explícita, que el llamado a gobernar la iglesia local es a líderes masculinos con virtudes propias de una vida de piedad. (1 Timoteo 3:2-7).

Pedro De Jesus Gaona Cruz
Administrador del Sitio
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